El poder de la intención

¿Cómo logro el poder de la intención?

Cómo lograr el poder de la intención. Tal vez la pregunta más común que escucho en los cursos y talleres de meditación es: ¿Qué puedo hacer para meditar de mejor manera? Hacerlo en un lugar y ambiente adecuados, de manera frecuente y cierta cantidad de minutos en cada sesión es muy útil. Sin embargo, no siempre se obtienen los beneficios esperados aun cuando se realice con disciplina y esmero.

Meditar practicando Consciencia Plena puede modificar la mente tal como el ejercicio físico puede cambiar el cuerpo. La diferencia estriba en que cuando las personas desean cambiar su cuerpo, independientemente de sus motivos (obtener salud, belleza, fuerza), si lo hacen con dedicación y esmero lo pueden lograr. Sin embargo, en la meditación existe ese ingrediente adicional indispensable: la intención. La intención correcta en la meditación no es muy distinta a la intención correcta para la vida: desear el bien a los demás como a ti mismo de manera consciente.

¡A la única persona que no puedes engañar es a ti mismo!

Querer alcanzar un estado de Consciencia Plena sin la intención correcta es cómo querer ascender la montaña por el camino más sinuoso, peligroso y agotador. Pero cuando practicas meditación con la intención correcta, el camino no solo se vuelve accesible, se convierte en un transcurso realmente agradable y lleno de gozo.

No te engañes a ti mismo

La intención correcta solo es develada a quien la posee. ¡A la única persona que no puedes engañar es a ti mismo! Sin embargo, todos podemos ser víctima del ego y por tanto caer en un estado de confusión.

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¿Quién, que haya tenido la oportunidad de experimentar la bendición de ser padre no ha sentido enojo con un hijo al punto de dirigirse a él o ella con ironía, sarcasmo o incluso cinismo, de expresarle su disgusto con un grito o incluso con un golpe? Realmente es raro encontrar un padre que tenga la intención de dañar a su hijo. Sin embargo, en ocasiones nos vemos absorbidos por el ego y de forma inconsciente decimos o hacemos cosas que no deseamos realmente.

Si tienes un disgusto con alguno de tus hijos, y antes de decir nada, intentas recordar el gran amor que sientes por él o ella, de ser consciente de que lo único que desea tu corazón es que sea feliz, te darás cuenta cómo tus palabras se escuchan y sienten diferentes.

De igual manera, intenta mantener la intención correcta al iniciar con tu práctica meditativa. Sé que en ocasiones es muy complicado, pero mi recomendación es intentarlo siempre sin juzgarte en ningún momento. Aun si no puedes lograrlo.

Eric Mávic
Escritor, Conferencista y Terapeuta en Mindfulness
ericmavic.com
fb: @Meditacionycompasion

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