Cómo recuperar el sueño y controlar el insomnio

«Todo lo placentero se disfruta con los ojos cerrados”

Cómo recuperar el sueño y controlar el insomnio. Sin embargo, hay quienes no puedan disfrutar del placer de dormir y en lugar de resultar placentero, puede transformase en un problema al punto de convertirse en insomnio.

Muchas personas se quejan de no dormir bien. Algunas tardan mucho en conciliarlo, otras tienen un despertar demasiado temprano o intermitente. (Mente Positiva, pág. 86). Diversas estadísticas coinciden en que del 30% al 40% de la población se queja por insuficiente calidad de sueño.

Hábitos inadecuados

La mayoría de los casos de insomnio están relacionados con hábitos inadecuados: depresión, ansiedad, falta de ejercicio, enfermedades crónicas o ciertos medicamentos, dificultades para dormirse y al mismo tiempo, permanecer dormido.

Es muy importante para la salud (hablamos en uno de nuestros capítulos, de uno de los 8 remedios naturales). Su privación continuada acarrea serios problemas en la concentración y en la memoria.

Al mismo tiempo la falta de sueño genera alteraciones emocionales, tales como el estrés y la ansiedad. “El insomnio, a diferencia de otros trastornos, tiene un claro componente subjetivo” (Melgosa 2014).

Por su parte, el buen descanso, fortalece el sistema inmunológico, genera bienestar integral y juego un rol importante en el estado anímico favoreciendo el buen humor.

El sueño no es algo que debemos atrapar; el sueño debe atraparnos a nosotros.

Cada persona es particular, pero se recomienda en torno a las 8 horas diarias de sueño.

A continuación, se dan algunas recomendaciones y sugerencias para inducir al sueño y tener un buen descanso.

  • Para poder descansar bien y tener un descanso reparador, hay que disponer un clima y ambiente que favorezca la inducción al sueño.
  • En primer lugar, la habitación o lugar de descanso debe estar ordenada y prolija. Un ambiente donde todo es un caos no favorece a la inducción del sueño.
  • Un ambiente agradable, con rico aroma e incluso una música suabe que propicie un lugar relajante, es necesario para disponer el lugar a un clima de relax.
  • Previo a poder acostarnos en una cama, donde las sábanas están bien arregladas y con un aroma agradable, deben evitarse las siguientes acciones que pueden perjudicar la inducción al sueño.

Evita en lo posible

Cafeína: El café, el té, los refrescos de cola, los analgésicos y los adelgazantes contienen suficiente cantidad de cafeína como para alterar el sueño.

Nicotina: Comparados con los no fumadores, los fumadores tardan más en conciliar el sueño y se despiertan más frecuentemente (la nicotina es estimulante).

Bebidas alcohólicas: Hay personas que toman un trago antes de acostarse, pues el alcohol les produce sueño. Sin embargo, aunque ayude a dormir, la presencia de alcohol en la sangre altera el ciclo de sueño y provoca un despertar intermitente o demasiado temprano.

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Drogas: Los narcóticos y las anfetaminas se cuentan entre las drogas que evitan que la persona concilie el sueño.

Fármacos: Existe una larga lista de medicamentos que producen insomnio, especialmente los antidepresivos y los esteroides.

Dispositivos electrónicos: La pantalla de los dispositivos electrónicos afectan considerablemente la conciliación del sueño y al mismo tiempo genera una estimulación que perjudica la inducción al descanso.

Consejos para combatir el insomnio

La regularidad en los hábitos y horarios es factor de éxito en el dormir bien.

Existen alimentos con propiedades sedantes e hipnóticas. Avena, Lechuga, Tila aromática, Malta. Cuanta más oscuridad haya mejor. No utilizar la cama, para comer o estudiar. Evitar la actividad física horas antes de dormir ya que provoca una activación fisiológica.

Los pensamientos reflexivos y de meditación son aconsejables para inducir al sueño. La confianza en la intervención Divina ayuda a conciliar un descanso reparador. Por ejemplo, meditar en los siguientes textos sagrados trae la paz y serenidad necesarios para un sueño, profundo, continuo y reparador. “Y yo daré paz en la tierra. Y dormiréis, y nadie os quitará el sueño” (Levítico 26:6). “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).

Lic. Alejandro Benegas
Máster en Psicología clínica y de la salud
@alejandroabenegas
www.alejandrobenegas.weebly.com

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