Pensamiento Positivo

Pensamiento Positivo

“Es ley de la mente que nadie puede pensar en dos cosas diferentes al mismo tiempo. Por lo tanto, si abrigamos pensamientos de felicidad no podríamos ser desdichados. Somos según lo que pensamos” (Dr. Enrique Chaij. Vivir en Positivo).

El pensamiento saludable y optimista proporciona buen humor, ayuda a mantener buenas relaciones sociales, mejora el rendimiento laboral y escolar, sirve de barrera a la ansiedad, alimenta la autoestima y reduce el dolor y otros síntomas somáticos, refuerza el sistema inmunológico, ayuda a recuperarse de la enfermedad y de las intervenciones quirúrgicas, entre otros beneficios.

Una manera de conseguir el estilo de pensar positivo es desechar los pensamientos negativos y sustituirlos por opciones positivas. Esto parece simple, pero es una dinámica que se aprende a desarrollar con el tiempo. Es aprender el nuevo lenguaje del pensamiento positivo. Requiere disciplina y constancia, pero definidamente sus beneficios son sorprendentes.

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Ser optimista no significa ser descuidado e irresponsable. Algunas personas pueden caer en el hábito de tomarse todo a la ligera con el pretexto de evitar la preocupación.

Ser optimista significa no abrumarse ante las malas perspectivas sino ver lo que puede obtenerse de la adversidad y convertir los problemas en desafíos (esto en psicología es, resiliencia). El pensamiento positivo tiene que ser una constante, un estilo de actividad mental.

¿Cómo desarrollar un equilibrio mental sano en los distintos direccionamientos del pensamiento consciente?

Pensamiento positivo hacia el pasado

El pasado no puede cambiarse, acéptalo, aún con los acontecimientos desagradables que ocurrieron, pero no culpes al pasado de tus dificultades de hoy es absolutamente inútil. Nunca te obsesiones con lo desagradable del pasado. En cuanto a las anécdotas y sucesos positivos del ayer, recuérdalos y disfrútalos, y tu actitud se tornará más positiva.

Pensamiento positivo hacia el futuro

El futuro sí puede cambiarse, precisamente, tu actitud de hoy afecta a los sucesos de mañana. Al pensar con confianza y esperanza en el mañana, estás incrementando la probabilidad de un futuro más venturoso y si hay algo negativo que se avecina, haz planes para prevenirlo ahora en vez de angustiarte.

No sospeches de las personas, confía en ellas y respétalas; esfuérzate en sentir afecto por ellas. Trata de comprender los problemas de los demás, ayúdalos y verás cómo tu actitud se torna más dulce.

Pensamiento positivo hacia el entorno y la gente

Ponte las “gafas de cristal rosa” y mira alrededor. Aunque no todo sea perfecto, hay también cosas bonitas y experiencias gratas.

Herramientas para desarrollar el pensamiento positivo

Dirigir la atención hacia lo mejor de nuestra vida, ¿cómo? a) Escribir en un diario cada motivo de gratitud que te venta a la mente. b) Recordando lo mejor que te ha pasado en el día, semana, mes y en tu vida (a esto de lo puede llamar psicoterapia de la gratitud).

Tener expectativas positivas acerca del futuro

¿Cómo? Desarrollando la fe y la esperanza. Hoy se destacan la Teoterapia (terapia de la creencia e intervención de Dios) y la Biblioterapia (terapia de los textos bíblicos y lecturas inspiradoras).

Acciones prácticas

Hacer una lista de 5 cosas que deseas dejar en el pasado, quemar la lista. Por otro lado, hacer una lista de 5 cosas que deseas para tu vida, hacer carteles, notas y ubicarlos en distintos lugares de la casa y el lugar de trabajo.

El pensamiento optimista y positivo trae: paz, esperanza y felicidad, es por ello que San Pablo aconseja: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

Lic. Alejandro Benegas
Máster en Psicología clínica y de la salud
@alejandroabenegas
www.alejandrobenegas.weebly.com

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