Por Francisco Romero. <br>La primera ocasión que conocí́ en persona a Lute Olson, director técnico del equipo de baloncesto de la Universidad de Arizona, contaba yo con tan solo 17 años de edad; no fue en un equipo, ni en un campamento de basquetbol. En ese entonces yo trabajaba con la empresa arrendadora de automóviles Dollar-Rent-A-Car, lavando, estacionando y llenando de gasolina los carros.
Durante una tarde de verano, me llamo la atención un sobre de un cliente con el nombre de “Olson” al frente y escrito a mano.
Nunca me imagine que era del señor Lute Olson; transcurrieron varios días y el sobre continuaba en el mostrador de los clientes.
Una tarde, por cierto, muy ocupada para el personal del mostrador, llegué a dejar llaves de un carro que recién había lavado; me pidieron les ayudara a entregar otro par de llaves.
De repente escojo el sobre con el nombre de “Olson”, veo hacia arriba y se encuentra frente a mi un hombre bien parecido (tipo artista de Hollywood), alto, bien vestido y con una gran presencia. Le entrego el sobre con los documentos del automóvil, los firmó y le dí las llaves, me dice, viéndome directo a los ojos, “muchas gracias joven” y tomó su camino.
Todo esto en un espacio de unos tres minutos; no me deslumbro haberlo conocido, pero si me dejo gran impresión su comportamiento, amabilidad y su conducción con tanta seguridad personal y con un estilo único.
Trece años después me encontraba de nuevo frente a él, en la misma duela, pero en esta ocasión para narrar los juegos de los Arizona Wildcats, dirigidos en aquel entonces, por el hoy legendario Head Coach Lute Olson y se me vino a la mente esa impresión que tuve la primera vez que lo conocí́ en aquella empresa donde trabajé un verano.
Y como yo, han sido miles de personas, jugadores y fanáticos que Lute Olson ha inspirado desde que arribó a Tucson iniciando su historia en la Universidad de Arizona en 1983.
Lute Olson, miembro del salón de la fama del basquetbol en Estados Unidos, falleció́ el pasado jueves 27 de agosto siendo un gran ícono para la comunidad del sur de Arizona y dejando plantada su huella como una leyenda.
Olson guió a Arizona a un campeonato nacional, fue cinco veces entrenador nacional del año y siete veces entrenador del año de la Conferencia Pac-10; Olson guió a los Wildcats al campeonato de la NCAA en 1997 y acumuló un récord de 589-187 durante sus 24 temporadas en Arizona. También llevó a Arizona a cuatro apariciones a las semifinales (Final Four) de la NCAA y 15 títulos de temporada regular y torneos de la Conferencia del Pac-10.
«Lute Olson fue mucho más que un entrenador de baloncesto», comentó el presidente de la Universidad de Arizona, Robert C. Robbins. «Fue un educador, un motivador, un esposo, un padre, un abuelo y un amigo para muchos. Fue un verdadero líder en todos los sentidos de la palabra y mostró gran integridad y compasión en cada esfuerzo. Mientras que el Coach ya no esté con nosotros, su presencia se sentirá́ en las generaciones venideras. En nombre de la Universidad de Arizona, nuestra comunidad y generaciones de fanáticos de Wildcats, extendemos nuestros pensamientos y oraciones a la familia Olson «.
Olson llegó a Tucson antes de la temporada 1983-84 y heredó un equipo que había ganado solo cuatro juegos el año anterior. Cambió las cosas rápidamente, llevando a los Wildcats a 11 victorias en su primera temporada y llevándolos al Torneo de la NCAA en su segundo año, comenzando una racha de avanzar al Torneo de la NCAA 23 años consecutivos bajo su liderazgo.
Olson también llevó a Arizona a 20 temporadas consecutivas con al menos 20 victorias, la quinta racha más larga en la historia de la NCAA.
También se estableció́ como uno de los mejores entrenadores en la historia de Pac-10, asegurando 327 victorias en conferencias, que sigue siendo la mayor cantidad para entrenadores en la historia de la conferencia. El porcentaje de victorias en la conferencia Pac-10 de Olson de .764 es solo superado por el ex gran entrenador de UCLA John Wooden, entre los entrenadores que fueron parte de la Conferencia del Pac-10 durante más de tres temporadas.
Los records, números y su gran habilidad y pasión para dirigir en la duela lo han colocado entre un grupo elite de legendarios entrenadores alrededor del mundo, pero su personalidad, amabilidad, la entrega y carisma a la comunidad de Tucson lo han colocado en el corazón de los residentes de la región del sur de Arizona.
Lute Olson vivirá para siempre y su legado resonará en la duela del McKale Center por muchas generaciones más.