Actitud, optimismo y felicidad
El psicólogo Martin Seligman sostiene que influye más en la felicidad duradera el control de las emociones que los factores externos en la vida. Por consiguiente, ser feliz depende más de mi disposición interior que de las circunstancias que me rodean.
El poeta Pablo Neruda declaró: “La felicidad es interior, no exterior, por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de los que somos”. Sumado a lo anterior Paul Tillich, en su libro El nuevo ser, declaró: “La alegría sólo es posible cuando nos acercamos a las cosas y a las personas por lo que ellas son y no por lo que de ellas podemos obtener” (Tillich 1973).
Es interesante destacar lo que dice el doctor en psicología Julián Melgosa cuando declara: “Hay personas que creen que la alegría y la felicidad son aleatorias, producto de las circunstancias o de la suerte” (Mente Positiva, pág. 48).
Bajo esta premisa es importante considerar que nosotros somos los arquitectos de nuestra felicidad.
Quizás la felicidad sea el resultado final, en principio de la actitud y el optimismo y bajo estos dos componentes se cimenta la felicidad.
Si tuviera que realizar una fórmula para la felicidad, sería la siguiente:
A + O = F
Actitud + Optimismo = Felicidad
(mencionamos como definición que la felicidad es una percepción subjetiva percibida).
En otras palabras, para cada persona habrá una interpretación y motivos distintos que den como resultado su interpretación particular de lo que es la felicidad.
Hablemos por un instante de la actitud, según el diccionario de la real academia española la actitud es “disposición de ánimo manifestada de algún modo”. En otras palabras, yo decido mi estado de ánimo. Hay que tener una predisposición, el deseo, la decisión, la actitud positiva del optimismo que dan como resultado la alegría y felicidad.
El óptimos es una emoción positiva que se enfoca mayormente en ver soluciones a los problemas.
En cierto lugar de trabajo me tocó relacionarme con un hombre que me decía lo siguiente, “yo estoy para sumar, para solucionar”, su optimismo era sorprendente y contagiaba al resto de las personas.
La persona optimista, ve soluciones donde todos ven un problema, confía en sus potencialidades y extrae las experiencias positivas de las circunstancias adversas vividas.
Al mismo tiempo el optimista, ve las virtudes y característica positivas en las demás personas. El optimista desarrolla un estilo de vida que genera una atmósfera positiva que se contagia, es agradable estar con una persona con esta virtud.
Claro que debe ser genuino, autentico, verdadero, también a ser optimista se aprende, el optimismo genera bienestar y junto con la actitud positiva, dan como resultante la felicidad. “El optimismo no es sinónimo de superficialidad, sino de inteligencia” (Bernardo Stamateas. Emociones Nutritivas. 2022).
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Quizás el mayor desarrollador del concepto de inteligencia emocional sea Daniel Goleman, autor del bestseller “Inteligencia Emocional”, declaró: “Los optimistas se convencen de que los fracasos son oportunidades para saber lo que deben hacer en la siguiente oportunidad”.
Desde un punto de vista humanista Arthur Schopenhauer dijo: “El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”. En otras palabras, más allá de la realidad que te toque vivir, muchas veces impredecible, tu actitud y optimismo ante la realidad que tengas que enfrentar, determinará el resultado final.
Desde la perspectiva trascendente el texto sagrado declara: “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza” (Jeremías 29:11. DHH).
Lic. Alejandro Benegas
Máster en Psicología clínica y de la salud
@alejandroabenegas www.alejandrobenegas.weebly.com
Attitude, Optimism and Hapiness
Dr. Martin Seligman claims that the control of emotions plays a major role in achieving lasting happiness in comparison with other external factors around us. That is why being happy depends more on my inner disposition than the circumstances around us.
Pablo Neruda, the poet, said “Happiness is interior, not exterior; therefore, it does not depend on what we have, but on what we are”. Similarly, Paul Tillich, in his book intitled The New Being, states that “joy is possible only when we are driven towards things and persons because of what they are and not because of what we can get from them” (Tillich 1973).
I would like to highlight what Dr. Julián Melgosa postulates “There are people who believe that joy and happiness come about by chance, that these are influenced by circumstances or are a matter of luck.” (Positive Mind, p 48).
Under this premise, it’s important to keep in mind that we are the architects of our own happiness.
Hapiness is maybe the final result of attitude and optimism. Then happiness is built under these two concepts.
If I had to make a formula for happiness, I would represent it this way:
A + O = F
Attitude + Optimism = Happiness (Happiness is defined a subjective perception).
In other words, everyone has his or her own view and different reasons for a particular understanding of what happiness is.
Now when it comes to attitude, how do we define it? According to the Cambridge Dictionary: Attitude is “a feeling or opinion about something or someone, or a way of behaving that is caused by this”. In short, everyone decides his or her mood. We must have a predisposition, a wish, a decision, the power of the positive attitude of being optimistic, in order to find joy and happiness.
Optimism is a positive emotion. Optimists see the positive side of things, expecting things to turn out well, looking for a solution for every challenge.
So, I had this coworker who used to say “I’m here to add a value, I’m here to solve problems”. He was certainly so optimistic about everything that he had a way of infecting others with his optimism.
An optimist is someone who always looks on the bright side of things, trust in his or her potential. Optimists see opportunities instead of problems.
At the same time an optimist has the ability to see virtues and positive thing in others. An optimist’s way of life brings an infectious positive atmosphere. We really appreciate such person by our side.
This person must be genuine, authentic, and real. Being optimist is something we can learn. Optimism generates wellness, and a long with a positive attitude, we find happiness. Optimism is not a synonym of superficiality, but intelligence” (Bernardo Stamateas. Emociones Nutritivas. 2022).
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The author of the best seller, Emotional Intelligence, Daniel Goleman says that “people who are optimistic see a failure as due to something that can be changed so that they can succeed next time around…”
On one hand, from a humanistic point of view, philosopher Arthur Schopenhauer asserted “fate shuffles the cards and we play”. This is to say, beyond the reality everyone faces, often unpredictable, the way our attitude and optimism face our reality will determine the outcome.
On the other hand, from a transcendent point of view, the holy scripture says “for I know the plans I have for you, declares the Lord, plans to prosper you and not to harm you, plans to give you hope and a future. (Jeremiah 29:11).